El espacio urbano fue objeto de cambios fundamentales con cada transición energética en los modos de desplazamiento: de la sangre al vapor, del vapor a la electricidad y de la electricidad al petróleo, con huellas profundas en la estructura urbana y en la organización social de la movilidad. Ejemplos claros de cada uno de estos casos se pueden ver en las calles de América Latina. Hoy existe una nueva transición en marcha, con ritmos distintos según las ciudades y regiones del mundo: una transición del petróleo a un conjunto de innovaciones tecnológicas, ya sean los vehículos eléctricos y autoconducidos, una recuperación de los tranvías y una revalorización del transporte guiado y público. Pero sería muy limitada una visión de esta transición que no contemplara un cambio en los usos y en la organización del espacio.

Bajo la dirección de Andrés Borthagaray, el nº 8 de la publicación está dedicado a abordar estos temas con artículos de Pietro Garau, Frédéric Blas, Florencia Rodríguez y Thomas Massin, José Viegas, Marcelo Corti, Sandro Munari, entre otros

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