Prioridad social en la movilidad
Columna opinión Diario Clarín, por Andrés Borthagaray
Existe un claro consenso en que es necesario mejorar sistemáticamente el transporte público. La evidencia internacional demuestra que apostar al automóvil en los accesos a los centros metropolitanos es una medida ineficiente, contaminante, generadora de rupturas urbanas y degradadora del espacio público, además de socialmente regresiva.
Varias ciudades consideran que la solución pasa por una política de regulación vía la reducción de calzadas, mejora del transporte público y regulación del estacionamiento. Otras van más allá: Singapur, Estocolmo y Londres han creado una tasa a la congestión con la que se financia el transporte público.