El tránsito, ese caos. Buenos Aires ante un desafío que apremia
En los medios
Cóctel amargo. Un exceso de autos, conductores que no observan las normas y un sistema de transporte público deficiente convierten las calles de una ciudad colapsada en una pesadilla diaria. Solo es cuestión de desplazarse una mañana cualquiera por algún acceso, avenida o calle de la ciudad de Buenos Aires para comprobar que la lógica que rige el tránsito en todos ellos va a contramano de la prédica de urbanistas y expertos en movilidad urbana.